
El enfermero, psicólogo y doctor, Eduardo Sánchez, impartirá un taller previo a las VII Jornadas sobre Conocimiento Enfermero que bajo el título, “Ética en la investigación enfermera. Pasos clave para la aprobación del Comité”, ofrecerá los pasos para la aprobación de proyectos bajo una práctica investigadora responsable, segura y alineada con la normativa vigente
En opinión de Sánchez la participación de todo investigador en este taller es crucial, “para conseguir estar equipado con las herramientas metodológicas y lograr el conocimiento necesario para llevar a cabo estudios de calidad y saber interpretar y aplicar críticamente la evidencia existente”
Inmaculada Martínez Aragón.- El programa de actividades de la VII Semana del Conocimiento Enfermero contempla la realización de dos talleres previos al inicio de las Jornadas. Uno de ellos correrá a su cargo, ¿puede adelantarnos en qué va a consistir su participación?
Mi participación consistirá en la impartición de un taller titulado «Ética en la investigación enfermera. Pasos Clave para la aprobación del Comité». El objetivo general es capacitar a enfermeros y enfermeras en los principios éticos fundamentales de la investigación en enfermería y en los pasos clave para la aprobación de proyectos por parte de los Comités de Ética de Investigación. Buscamos promover una práctica investigadora responsable, segura y alineada con la normativa vigente.
¿Qué cuestiones debe plantearse un profesional de la enfermería antes de iniciar una investigación?
La primera gran pregunta que nos debemos plantear es: ¿esta investigación es verdaderamente relevante y está justificada? Esto significa ir más allá de la curiosidad académica y determinar si el estudio aportará conocimientos nuevos o si responderá a una necesidad clínica o social que actualmente no está cubierta. Es fundamental que el trabajo tenga un impacto tangible; por ejemplo, que mejore la calidad de la atención al paciente, que optimice los procesos asistenciales o que contribuya a la prevención de enfermedades. Si la respuesta a esta cuestión inicial es un rotundo sí, estamos en el camino correcto.
Una vez establecida la relevancia, el siguiente paso crítico es abordar con rigor los aspectos éticos y metodológicos. Esto implica diseñar un estudio sólido, seleccionar la población adecuada y las herramientas de medición correctas, además de planificar meticulosamente la recolección y el análisis de los datos. Sin embargo, antes de sumergirnos en estos detalles, debemos realizar una autoevaluación honesta de nuestras propias capacidades y conocimientos. ¿Poseemos la experiencia necesaria en investigación para liderar este proyecto, o necesitamos buscar la colaboración de expertos? Asimismo, es imperativo que conozcamos a fondo todos los trámites administrativos y normativos que requiere una investigación. Un ejemplo clave es la aprobación por un Comité de Ética de la Investigación (CEI), un paso no negociable que asegura la protección y el bienestar de los participantes. Es absolutamente fundamental que dominemos la normativa aplicable a la investigación en enfermería, garantizando que cada etapa del estudio se adhiera a los más altos estándares éticos y legales.
¿Cuáles son los principios éticos clave en la investigación enfermera?
El principio más importante es el respeto a la autonomía, es decir, el participante debe tomar la decisión o no de participar en la investigación, recibiendo previamente toda la información necesaria, siendo esta clara y comprensible. Este compromiso con la autonomía se materializa de forma explícita en el consentimiento informado, un documento crucial en la investigación.
Otros principios como la beneficencia y la justicia también son importantes. La beneficencia se refiere a la obligación de maximizar los beneficios de la investigación y minimizar los posibles daños a los participantes. La justicia se relaciona con la distribución equitativa de los beneficios y las cargas de la investigación. Además, el principio de justicia debe garantizar que, si la investigación produce resultados beneficiosos, estos sean accesibles para todos, sin importar su condición social o económica.
¿Considera primordial que las investigaciones enfermeras sean sometidas a la evaluación y corrección metodológica?
Al igual que cualquier investigación, las investigaciones enfermeras deben ser sometidas a evaluación y corrección metodológica, ya que si no se realiza de forma correcta puede llevar al “traste” todo el esfuerzo realizado o que se vaya a realizar. Es un pilar esencial para la producción de conocimiento enfermero de alta calidad, éticamente responsable y con un impacto real en la salud. Sin este escrutinio, las bases sobre las que se asienta la práctica de la enfermería serían mucho menos sólidas.
Las Jornadas sobre Conocimiento Enfermero persiguen establecer sinergias entre enfermeras implicadas e interesadas en la investigación en cuidados, ¿cuáles son los recursos, que a su parecer, se deben emplear para incentivar el consumo y producción de investigación?
Para impulsar tanto la producción como el consumo de investigación en el ámbito de la enfermería, considero esencial adoptar un enfoque verdaderamente integral, combinando diversos recursos y estrategias. En primer lugar, la formación específica es la piedra angular; iniciativas como este taller son cruciales porque nos equipan con las herramientas metodológicas y el conocimiento necesario para llevar a cabo estudios de calidad y, a la vez, para saber interpretar y aplicar críticamente la evidencia existente. Esta capacitación continua es vital para empoderar a los profesionales de enfermería en el ciclo completo de la investigación.
En segundo lugar, la visibilidad y la conexión profesional son fundamentales. Jornadas y congresos, como las VII Jornadas de Conocimiento Enfermero, no solo ofrecen plataformas inestimables para dar a conocer las investigaciones enfermeras, lo cual es vital para el avance de la disciplina, sino que también son espacios dinámicos donde se generan sinergias y se fomentan colaboraciones entre profesionales. Estos encuentros facilitan el intercambio de ideas, la retroalimentación y la creación de redes, elementos que nutren el espíritu investigador y consolidan a la comunidad científica enfermera.
Finalmente, el apoyo institucional desempeña un papel irremplazable. Instituciones como el Excmo. Colegio de Enfermería de Cádiz muestran el camino a seguir al proporcionar ayudas concretas para la difusión científica, ya sea a través de financiación para publicaciones en revistas de impacto, apoyo para la asistencia a congresos o la firma de convenios que facilitan el acceso a plataformas científicas de primer nivel.
Además, fomentar la generación de grupos de investigación, tanto consolidados como noveles, es esencial. Esto no solo crea un ecosistema de mentoría y crecimiento, sino que también garantiza la sostenibilidad de la actividad investigadora a largo plazo, consolidando la enfermería como una profesión basada en la evidencia y en la mejora continua.
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